Por / Yenny Peguero
Santa Cruz de El Seibo.- No solos fines de semanas se envuelven en fiestas y rumbas. Sin importar el día de la semana, se puede ver en esta ciudad como los jóivenes pierden el tiempo en parrandas, chelchas, entre otras. Aún sean las 12: 00 del medio día, los colmadones están llenos de personas, los centros de bebidas también.
Es degradante la vida rutinaria del joven en este pueblo tan bello que nos ha regalado Dios. Esta juventud que Dios ha levantado para este tiempo es hambrienta de algo nuevo, pero cosas que no conocen en lo natural impide que ellos puedan ir trás eso que buscan. La esperanza no se olvida. Es por eso que jóvenes de esta misma ciudad se han levantado en contra de esta rutina degradante que está destruyendo el desdarrollo que debe traer esta generación para aumentar el valor de este pequeño pueblo grande.
Esos que han creido que Dios puede hacer algo, estan transmitiendo a los demás jóvenes la esperanza de llegar a su destino profético en la vida, a sus sueños que aparecen inalcansable les enseña que tan alcanzable pueden ser si creen en ellos mismo como propulsores de sus sueños en las manos de Dios.
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