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viernes, 7 de enero de 2011

La FIesta de Las Primicias o de Los Primeros Frutos

Por / Yenny Peguero

CIudad de EL Seibo.- Las primicias constituyeron en el Antiguo Testamento un recordatorio de la salida de Egipto, por parte de los israelitas, y de su arribo a la tierra prometida, Canaán. En el mes de Nisán (entre Marzo y Abril), el día 16, el sacerdote mecía las primicias llevadas por el pueblo. Cincuenta días más tarde, en la fiesta de los Panes sin Levadura, también llevaban los frutos de sus cosechas (Levítico 23:145-17). Los frutos eran llevados al Santuario (Deuteronomio 26:1, 2).

Según Levítico 23: 10-22 Las primicias se daban después del sábado para ser mecida por el sacerdote frente a la presencia de Dios. Las primicias o primeros frutos siempre eran los mejores, los primeros y los escogidos de la cosecha que estaba por venir.


Jesús celebró la fiesta de las primicias al ofrecerse así mismo como primicia a todas las generaciones futuras, Mateo 27:52-53. Es el primogénito de maría, Mateo 1:23-25. Es el promigénito de DIos Padre, Hebreos 1:6. Es el primogénito de toda la creación, Colosenses 1:15. El primogénito de entre los muertos, Apocalipsis 1:5. Es el primogénito de muchos hermanos,  Romanos 8:29. Es la primicia de los resucitados, 1 Corintios 15:20-23.
“Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida” (1 Corintios 15:20-23).

la primicia no es más que honrar a Dios dándole la primera porción de todo lo que él te da. Cuando le damos las primicias a Dios estamos recibiendo las bendiciones de parte de Dios para el resto de todo lo que tenemos. Recuerda jesús es la primicia de todo. somos parte de él. Seamos agradecidos con Dios dándole de lo que él nos da. Traigamos nuestras primicias delante de él con gozo y dejemos que él se encargue de todo lo demás.

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